Una mañana en nuestra terraza secreta

Para empezar, aquella mañana, a las 9, hicimos un duro examen de documentación, que terminamos en 20 minutos, a pesar de lo mal que pintaba el asunto. Y, para celebrar el fin de exámenes, nada más y nada menos que fuimos a desayunar a nuestra terraza secreta, en lo alto de Murcia, con unas vistas estupendas, digna de los ángeles de la charla. Tras montarnos en el ángel merche, subimos por la cuesta. No es una cuesta cualquiera, es LA CUESTA. Los ángeles sabemos porqué.
Una vez en la terraza, pedimos de todo: zumo de naranja, coca-cola, tostadas y un bocadillo de tortilla que causó sensación a más de una de nosotras.
A partir de ahí. todo fue una misión de altos vuelos: Nieves demostró hasta dos veces porque es el ángel torpe, eso si, antes nos repitió numerosas veces lo que nos quiere mientras tomaba su coca-cola; María se torró bastante al solecico; Débora dijo: "estoy soltera" (esperemos que no sea por mucho tiempo); Mariamon confundió pájaros con avispas y nos deleitó con su imitación de un pájaro, aunque nadie podrá superar a Nieves haciendo el topo; y la Geleh, bueno, fue la gran víctima de la mañana: se meó antes de ir a ver a la de lengua.
En fin, una gran mañana sino fuera que descubrimos que a nuestro ángel merche le faltan las alas... pero corre que te ¿meas? al ritmo de Super freak.
Faltan las fotos que nos hicimos. Y algún vídeo que otro.